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¿Estás deprimido? ¿Sientes que la vida te pasa de largo? ¿Sientes como si estuvieras viendo a todos tus amigos y conocidos avanzar, subir en la escalera del éxito y lograr las cosas que tú desearías poder alcanzar?
Todos nos hemos sentido así en algún momento. La sensación de que no podemos controlar nuestra vida es un sentimiento universal, pero eso no la hace menos doloroso. Entonces, un día, ves un libro. En este libro se dice que los secretos del éxito, la felicidad y el crecimiento personal están todos en tu interior. ¿Lo compras? Sé que lo harías. Luego te encuentras hojeando esas páginas con entusiasmo, solo para regresar a un estado de insatisfacción una vez que no quedan más páginas.
Millones de nosotros nos sentimos atraídos por el mundo de la superación personal porque buscamos respuestas. Pero, ¿nos ayuda realmente este flujo interminable de consejos, discursos, seminarios y productos que garantizan la felicidad? ¿O la autoayuda está arruinando nuestras vidas?
En este artículo sobre la superación personal me gustaría explorar cómo la obsesión por alcanzar el éxito y el crecimiento personal, promovida por libros y tendencias, puede generar insatisfacción y frustración en lugar de bienestar. Reflexiona sobre el vacío que queda cuando estas promesas no se cumplen, y cómo esta búsqueda constante puede alejar a las personas de una vida plena y auténtica.
Vendiendo humo
En los siglos XVIII y XIX, empresarios estadounidenses y europeos comercializaron y vendieron linimento de aceite de serpiente como una panacea. Sin embargo, en realidad lo único que vendían era aceite mineral, a veces mezclado con hierbas y especias caseras, que no contenían ningún ingrediente derivado de serpientes y, de hecho, no curaban ninguna enfermedad. Todo fue una estafa.
Hoy en día, un “vende humo” describe a alguien que vende cualquier producto o idea que promete algo específico, pero no cumple. Lamentablemente, esa es la historia de la superación personal, al menos tal como es hoy. Porque si bien puede parecer una tendencia nueva, la idea de la autoayuda se remonta a los primeros filósofos como Séneca y Sócrates.
En el siglo V a.C., Sócrates habló de la “mejora constante de tu alma”. Insistió en que algunas prácticas como la meditación, el ayuno, la oración y el ejercicio podrían alimentar el alma y, por tanto, mejorar nuestra vida. Platón, los epicúreos y Pitágoras siguieron sus pasos, profesando que trabajar en uno mismo es un camino hacia la iluminación.
Cientos de años después, en la década de 1970, surgió el “Movimiento Nueva Era”, generalmente conocido como New Age, y predicó una filosofía de transformación y curación personal. El movimiento giraba en torno al acceso a nuestra energía espiritual a través del yoga, la meditación, la lectura del tarot y la astrología. Esta idea de que podríamos elevarnos a nosotros mismos y a toda la humanidad ha persistido. Constantemente vemos a personas vendiendo estas ideas por internet. Yo no estoy aquí para juzgar si eso es correcto o incorrecto. Que cada quien decida por cuenta propia. No es el tema.
Como ocurre con la mayoría de las cosas en Occidente, una vez que la gente descubrió cuánto dinero podían ganar, la superación personal pasó de ser una ‘guía para quienes más la necesitaban’ a un producto reservado para quienes podían permitírselo.
Deepak Chopra, una figura destacada del movimiento New Age, se ha convertido en uno de los gurús de autoayuda más críticos del mundo. Su filosofía nos dice que nuestra salud mental puede determinar nuestra realidad física. Esto es una realidad y está comprobado por la ciencia moderna. Todo parece indicar que pensar en positivo sobre nosotros mismos ayuda para ser más saludables y felices. Después de que sus ideas fueran popularizadas nada menos que por Oprah Winfrey, Chopra se convirtió en una sensación internacional. Usó su plataforma para difundir su mensaje y vender sus libros; ha escrito 49 libros en total. Realizó seminarios y se convirtió en asesor espiritual de celebridades, entre las cuales encontramos luminarias del entretenimiento como Michael Jackson. No hace falta decir que las almas perdidas en todo el mundo han hecho de Chopra un hombre muy rico.
Tony Robbins, una de las figuras de la superación personal más populares y controvertidas, dirige un negocio multimillonario. La membresía exclusiva a su programa puede costar hasta 85.000 dólares al año. Y aunque se ha visto envuelto en acusaciones de acoso y hostilidad, y es conocido por exigir a sus empleados que firmen acuerdos de confidencialidad, todavía se las arregla para agotar las entradas de los auditorios para sus conferencias. Tony Robbins ha amasado una verdadera fortuna vendiendo su producto de superación personal.
Uno de los mayores problemas de la superación personal es que, al igual que los vendedores de aceite de serpiente, los vende humo, los “expertos” de la superación personal afirman ser capaces de sanar al mundo con su discurso. En realidad, ya seas Deepak Chopra, Tony Robbins o uno de los cientos de “expertos”, nunca podrá ser terapeuta para todos; los problemas que experimentamos provienen de la realidad que estamos viviendo. Y la realidad de cada uno de nosotros es muy diferente y depende de varios factores. Por esta razón, el tipo de ayuda que necesitamos es algo más personal, y no tan generalizado como los productos de superación personal que venden algunos.
Los profesionales de la salud mental, como terapeutas, psicólogos y psiquiatras autorizados, escuchan a las personas, comprenden sus necesidades y ofrecen soluciones únicas para cada individuo. Mientras que los gurús de la superación personal utilizan sus historias personales para convencer a sus seguidores de que tienen todas las respuestas, sin reconocer los matices de la situación de cada individuo.
Estos gurús no solo nos están convenciendo de que sus soluciones son únicas para todos, sino que, en primer lugar, una gran mayoría de ellos ni siquiera tienen las calificaciones para hablar sobre salud mental. Pero a las personas que siguen estos gurús de la superación personal, les importa poco o nada, porque todo lo que quieren es la “solución química” que promete convertir a la piedra en oro.
Todos podemos estar de acuerdo en que lo que nos causa estrés, dolor o depresión no es igual para todos. Y la forma en que nuestro estrés se manifiesta, también es diferente. Algunos de nosotros podemos pasar días en el sofá viendo las publicaciones de nuestros amigos, mientras que otros salimos de fiesta todas las noches. No podemos juzgar ni ofrecer soluciones sin relacionarnos con cada persona individualmente y tratar de comprender sus motivos.
Los gurús de la autoayuda venden soluciones mágicas para hacer que su audiencia piense que ellos tienen algún secreto difícil de alcanzar, y que nadie lo encontrará sin ellos. Así es como convirtieron la autoayuda en una industria de 13 mil millones de dólares plagada de libros, seminarios, conferencias y programas de tutoría. Estas personas se vuelven multimillonarios y andan en carros de lujo.
Pero estos libros y eventos rara vez abordan los problemas reales de la vida de cada persona. Algunos crecieron con papa y mamá, otros con los abuelos, otros con mamá y otros solo con papá. Algunos son de lugares socioeconómicos de buen estatus, otros son de lugares socioeconómicos muy pobres. Esto influye en las oportunidades de cada persona. Y la cantidad de variables que podemos introducir son virtualmente infinitas. Prometen soluciones fáciles, lo cual es bonito y agradable de escuchar, pero que a menudo no logran ayudar a la persona a desarrollar formas prácticas de superar sus límites, o salir de esa oscuridad mental que un individuo puede estar experimentando.
Dopamina barata
Un estudio, que revisó más de 100 casos individuales, encontró que los planes de tratamiento de autoayuda son difíciles de seguir y fáciles de malinterpretar. Y, francamente, esto es lo que quiere la industria. Porque si realmente pudieras ayudarte a ti mismo, ¿quién compraría sus libros o asistiría a sus sesiones de entrenamiento?
El objetivo de esta interminable corriente de libros y discursos no es la curación. Es para hacerte sentir bien por un momento, pero eventualmente, volver a sentirte miserable para que puedas leer su próximo libro. Si este no es el caso, explica por qué necesitas 49 libros escritos por el mismo autor para que te enseñen cómo tienes que ayudarte a ti mismo.
Muchos gurús de la autoayuda hacen algo más que escribir libros. Tienen charlas, canales de YouTube, boletines informativos pagados y sesiones de entrenamiento personal. La dura realidad es que, en última instancia, eres más valioso para ellos cuando estás infeliz y descontento. Entonces, ¿por qué te enseñarían cómo tienes que ayudarte a ti mismo?
El ciclo interminable de contenido de autoayuda activa el sistema de dopamina en nuestro cerebro, que es el mismo sistema que regula o sucumbe a la adicción. Cuando leemos un capítulo de un libro de autoayuda, recibimos una avalancha de dopamina y nos sentimos motivados para afrontar los desafíos de la vida. Pero cuando esa dopamina desaparece, nos quedamos deseando más y volvemos al lugar de donde la obtuvimos… el contenido de autoayuda. Por eso sentimos una extraña combinación de entusiasmo e insuficiencia después de ver una charla TED sobre cómo vivir una vida más plena.
En realidad, las personas que consumen libros de autoayuda tienen niveles más altos de cortisol, la hormona del estrés, y tienen más probabilidades de tener síntomas de depresión. Cuando estamos en el momento, nuestro cerebro nos engaña haciéndonos pensar que hemos logrado algo cuando en realidad no hemos hecho nada para avanzar.
Más trabajo, más dinero
El mundo de la autoayuda viene en todas las formas y tamaños. Algunos gurús se centran más en ayudarte en tu carrera, otros como hacer dinero, otros como ser una mejor persona, otros en brindarte iluminación espiritual. Pero todos tienen una cosa en común: afirman tener el secreto para convertirte en tú “mejor yo”.
Recientemente, uno de los temas recurrentes ha sido el “joseo”, un americanismo que viene de la palabra “hustle”. La Asociación de Academias de la Lengua Española define el “joseo” como: “Trabajar con esfuerzo para lograr algún fin”. Esta es la idea de que, si trabajamos como locos, hacemos una semana laboral de 80 horas y somos productivos cada segundo de cada día, lograremos el éxito profesional. Esto es algo que hacen muy bien los gurus de la superación persona, que te dicen que ellos solo duermen 4 horas porque aman demasiado vivir su vida, se levantan a las 3 de la madrugada para hacer ejercicio durante 2 horas, después trabajan 12 horas y esto lo repiten todos los días de su vida. Y si usted no haces esto, es un perezoso que no quiere superarse. Pero cualquiera que haya intentado una semana laboral de 80 horas o haya intentado sobrevivir durmiendo 4 horas por noche en nombre de la productividad, puede decirle que el “joseo” es todo lo opuesto a lo que parece, es una buena forma de quemarnos a nosotros mismos física y mentalmente.
Sí, es posible que ganes algo más de dinero, pero has trabajado tan duro que no tienes tiempo para disfrutar con familiares y amigos. Trabajas tan duro y te esfuerzas tanto que te quemas. Pronto, la negatividad aparece y ahora te sientes peor que antes. Yo recuerdo que llego un momento donde ya no podía estar sentado relajándome, no podía ver una película. No podía descansar tranquilamente si no estaba haciendo algo “productivo”. Es verdad, lo que algunas personas consiguen en décadas, yo lo conseguí en un par de años. Pero pague un precio muy alto. No tenía paz para disfrutar de nada, me alejé de todo, y no tenía tiempo para descansar. Definitivamente, no es para todo el mundo. Trabaje hasta quemarme. Sufrí problemas de salud y falta de sueño. Es una paradoja. Trabajamos muy duro para ganar más dinero que luego necesitaremos para cubrir nuestros gastos médicos.
Positividad tóxica
¿A qué te dedicas? ¿Escuchas a tu cuerpo y descansas? ¿O lees un libro o le das play a un podcast sobre la felicidad, la plenitud y la positividad? Te dicen que tus emociones negativas no son reales y que, si solo te concentras en las cosas buenas de la vida, superarás los obstáculos que te impiden progresar. Esto es positividad tóxica, un intento de descartar las emociones negativas y responder a situaciones angustiosas con una falsa seguridad.
Es posible que hayas escuchado frases pegadizas como “no hay días malos” o “todo sucede por una razón”, que pretenden hacernos descartar cualquier noción de que nuestras vidas no son maravillosas. En última instancia, la positividad tóxica puede dar la impresión de que nos falta empatía hacia nosotros mismos y los demás, y que ignoramos las emociones importantes en lugar de aceptarlas. Porque la verdad es que evitar nuestras emociones negativas solo nos hace sentir peor más adelante.
Si maximizar la productividad y la positividad no es el tipo de autoempoderamiento que estás buscando, puedes recurrir a orientación sobre cuidado personal. La idea del autocuidado comenzó en la década de 1980, cuando la escritora negra y activista feminista Audre Lorde proclamó el autocuidado como un “acto político”. ¿Qué quiere decir eso? En realidad, no lo sé, pero desde entonces ha sido cooptado y abusado en internet.
En los últimos cinco años, las búsquedas de autocuidado casi se han triplicado. Casi 70 mil millones de publicaciones en Instagram incluyen #selfcare (cuidados personales), y en TikTok, #selfcare ha acumulado más de 30 mil millones de visitas. Ya sea que el consejo provenga de un gurú de la superación personal como Gwyneth Paltrow o de una “influencer” de 21 años, la cultura del cuidado personal puede ir demasiado lejos. Esta práctica de autoayuda, al igual que la positividad tóxica, puede alejarnos de la realidad de nuestras vidas. A menudo, una realidad con la que debemos lidiar.
Marketing multinivel
La cultura del cuidado personal y la cultura del “joseo” están en curso de colisión en un área específica del mundo de la superación personal: las empresas de marketing multinivel. El marketing multinivel son negocios populares y controvertidos que venden productos a través de una red de vendedores no asalariados que reciben comisiones de muchas otras personas que reclutan para el trabajo. El marketing multinivel afirma empoderar a su fuerza laboral, sus vendedores no asalariados, y ayudarlos a encontrar significado a sus vidas.
Si trabajas para un negocio de marketing multinivel, no solo estás vendiendo su producto, sino también el estilo de vida asociado a este. El director de la empresa se convierte en un gurú, un orador motivacional con una historia inspiradora con la que puede conectarse con sus seguidores. Como la mayoría de las otras empresas de autoayuda, el marketing multinivel tiene convenciones, seminarios, grupos de Facebook e incluso libros escritos por sus fundadores. Todo destinado a convencerte de que estarás feliz y saludable con el producto mágico que te están vendiendo. Ah, y si traes a tres personas que traen a tres personas, serás rico. El marketing multinivel ha demostrado ser incluso más insidioso que las típicas empresas de autoayuda porque convencen a sus distribuidores de que la fortuna, que por derecho natural les corresponde, está a la vuelta de la esquina.
Luego, las víctimas desprevenidas invierten gran parte de su dinero en estos productos de humo, solo para terminar con una pirámide de artículos que no pueden vender, deuda financiera o, peor aún, ansiedad y depresión. Y el problema está más extendido de lo que parece. Los gurus que se hacen ricos vendiendo su discurso motivacional caminan rampantes en nuestro tiempo.
La proliferación de estas tendencias en las redes sociales ha llevado a la autoayuda a un territorio completamente nuevo. Los gurús ya no son nombres tan conocidos como Chopra y Robbins. Ahora, miles de personas influyentes se autoproclaman gurús y ofrecen consejos sobre salud física y mental a través de videos de 60 segundos, textos breves e imágenes que nunca son suficientes para revelar una comprensión psicológica profunda.
Y dado que muchos de nosotros pasamos demasiado tiempo mirando sin parpadear las pantallas de nuestros teléfonos, deslizando imagen tras imagen, video tras video, estamos tan ocupados consumiendo contenido sobre autoayuda que en realidad no hacemos nada con la información. En cambio, nos analizamos demasiado y terminamos convencidos de que hay algo profundamente mal en nosotros, algo de lo que nunca podremos salir. La persona iluminada y feliz que siempre esperábamos ser podría resultar algo inalcanzable.
Conclusión
No es que todo el contenido sobre la superación personal sea malo. Si digo eso estaría mintiendo. La clave para ello, como todo en la vida, es el equilibrio. A veces ver un vídeo motivacional o leer un capítulo de un libro de autoayuda puede darnos el impulso que necesitamos para realizar esa acción que necesitamos hacer en la vida real. La clave es saber cómo separar el contenido útil de los esquemas baratos diseñados para enriquecer a los estafadores.
Intente buscar contenido que no exagere una afirmación sobre sus objetivos, y aplique un enfoque práctico de autoayuda. Un ejemplo es el popular libro Hábitos Atómicos de James Clear, que ofrece ajustes específicos que todos podemos hacer para formar mejores hábitos. Por supuesto, el truco aquí es que una vez que lo lees, necesitas hacer esos ajustes en tu vida diaria. En eso hay que trabajar, en tomar acción, después de absorber información positiva que potencialmente nos puede ayudar a mejorar nuestra vida.
Porque la superación personal nunca se trata de las palabras que escuchas decir a otra persona, sino de las acciones que puedes convencerte a ti mismo de realizar. Primero convéncete a ti mismo de que puedes y debes hacer algo que sabes que necesitas hacer. La clave para una buena vida no está escondida en algún libro o en un seminario de 3 mil dólares. De hecho, todo lo que necesitas saber para vivir una buena vida se puede escribir en una pequeña nota adhesiva de color amarillo. Trabaja duro, come sano, duerme bien, haz ejercicio, se una buena persona, y concéntrate en construir relaciones saludables.